Hilario jugó en Guaraní y Cerro Porteño, y su mujer y su hijo Luca son paraguayos.
El arquero admitió que fue tentado por directivos de la Asociación Paraguaya, que les pidió 15 días para responder y que se inclina en un “70% por decirles que sí”.
El pequeño Luca Navarro, paraguayo, intenta tapar con la voz a su papá, quien está al teléfono confirmándole a Olé un dato que había surgido por la mañana. “Sí, me llamaron de la Asociación Paraguaya para contarme que me quieren en la selección. Les dije que tengo que pensarlo, pero es un orgullo que me tengan en cuenta”. Hilario, el mejor jugador de Independiente (6,69 promedio Olé ), analiza adoptar la nacionalidad de su esposa Rocío y de su hijo, tentado por un emisario dirigencial que el arquero eligió no revelar. El correntino, que alguna vez confesó su sueño por defender los colores de su país, entiende que su plan de ir a un Mundial puede estar más cerca con la Albirroja que con la Albiceleste: “La verdad, estoy en un 70% por decirles que sí”.
“Pedí 15 días para tomar una decisión. El ofrecimiento me cae muy bien, porque significa que uno está haciendo las cosas bien en su club”, refrendó Hilario. De confirmarse esta movida, será el cuarto futbolista compatriota reclutado por el argentino Gerardo Martino, junto con Jonathan Santana, Néstor Ortigoza y Lucas Barrios. En Paraguay, mientras tanto, se mostraron herméticos: un miembro del cuerpo técnico del Tata y un dirigente de la APF le negaron a este diario que se hayan comunicado con el arquero. Y en el entorno del jugador explicaron que tanta reserva obedece a que Hilario aún no les dio una respuesta. Navarro, quien está por cumplir 30 años, tendría fuerte competencia en el arco paraguayo: Justo Villar (Valladolid, 33), Diego Barreto (Cerro Porteño, 29) y Aldo Bobadilla (Corinthians, 34). “Allá me conocen bien, porque jugué muchos años. Le debo mucho al fútbol paraguayo; me permitió afianzarme en Primera y poder venir a la Argentina”, recuerda Hilario sobre su paso por Guaraní y, sobre todo, por Cerro Porteño, club del que Gustavo Costas, en 2007, se lo llevó a Racing. Antes, claro, se había formado en los clubes Alvear y Huracán de su Corrientes natal.
-¿Significa que ya renunciás al sueño de jugar en la Selección Argentina? -Si acá tuviera una chance, lo pensaría, pero como desde allá me hablaron en concreto... Soy argentino, me encantaría defender a mi país, pero también tengo mucho que ver con Paraguay. Allá me conocen, no voy a ser un extranjero, y ni debería adaptarme.
A Independiente le seduce el lanzamiento internacional del arquero. De todos modos, Hilario se reunirá con Julio Comparada y su representante, Leo Rodríguez, cuando vuelva de jugar la Sudamericana en Colombia. Su plan es dar el paso de nacionalizarse paraguayo, trámite que le resultaría sencillo por su esposa Rocío y su hijo Luca, el que nació hace siete años en Paraguay, y luego esperar a que lo citen. “Nadie me garantizó que automáticamente me llamen. Sí me dijeron que me tienen en cuenta. Y eso, para mí, ya es un orgullo”. Así como alguna vez en la AFA convocaron de urgencia a Daniel Bilos cuando lo tentaron de Croacia, ¿pensarán en una movida similar con Navarro?
OLE
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