INDEPENDIENTE MEJORO PERO SIGUE SIN PODER FESTEJAR

El empate no se abrazó a la justicia. Independiente, esta vez, hizo méritos individuales y colectivos como para abrochar su primera victoria, y aunque nunca renunció a ese objetivo, un descuido cerca del final le permitió a Newell’s empatar el partido. Encima, un tiro de la Pulga Rodríguez en tiempo de descuento, sacudió el travesaño de Navarro.
Independiente logró evitar la peor racha de toda su historia (record que hubiera establecido si volvía a perder) pero tuvo sabor a poco porque además de su mejor imagen, enfrente tuvo a un rival que casi no aportó argumentos.
se engancho bien
Garnero, a fuerza de prueba y error, encontró la mejor cara de su Independiente. Juntó a Patricio Rodríguez y a Gracián como una dupla de enganches, aunque con el Patito más suelto como para llegar de punta, junto al empuje de Fredes por la derecha y el empeñoso Mareque sobre la izquierda, más un Silvera siempre conectado con la funcionalidad del ataque. Así logró complicar a Newell’s, dominó la mitad de la cancha y la caminó con personalidad, en un contexto de ida y vuelta favorecido por la ambición del equipo local que, aunque también supo encontrar espacios cerca de la defensa roja, no tuvo ni la claridad ni la contundencia necesaria como para inquietar a Navarro más que con un par de remates desde afuera del área.
Fue Vella -el ex Independiente- el que obligó al arquero rojo a revolcarse para manotear un zurdazo desde el borde del área. A partir de allí los de Gallego se acomodaron mejor y, desde la desfachatez del Patito, por primera vez en mucho tiempo ubicado en una zona donde se siente cómodo, Independiente empezó a inquietar. Peratta debió jugarse entero ante Fredes en el aviso y, un ratito más tarde, Rodríguez metió un pase bochinesco para Silvera quien quedó solo y definió de derecha con la categoría de un acreditado del gol. Un premio a la determinación.
Un empate de la nada
El Rojo mantuvo su autoridad en el juego, porque el circuito creativo estaba muy aceitado y el Patito, intratable. A él le tapó Peratta el segundo gracias a que Newell’s no podía controlar su velocidad ni neutralizar el circuito de juego que tenía el Rojo en su zona de ataque.
Pero además, Independiente sumaba mucha gente de buen pie del medio para adelante, y eso le apuntalaba el protagonismo. Newell’s no encontraba respuestas claras, ni siquiera en las aisladas ráfagas de Formica.
Lo de Independiente era valiente porque, aún en ventaja, nunca especuló. Siguió buscando el golpe de knock out con el que coqueteó varias veces pero sin afirmarse. Garnero sacó al Patito y, casi de inmediato, Newell’s le dio forma a su mejor avance.
Sperdutti se mandó una hermosa apilada por la derecha y lo dejó solo a Formica quien definió con un tiro a quemarropas que dejó sin chances a Navarro.
en la balanza
La balanza de los merecimientos y de la ambición arrojaba una lectura de injusticia. Newell’s había hecho poco y con eso le alcanzó para su premio consuelo que por poco no fue victoria cuando Rodríguez estrelló un derechazo terrible en el travesaño pese a que Independiente nunca renunció a su objetivo de sumar de a tres.

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