domingo, 8 de junio de 2014

"NO ENTIENDEN NADA..."

Independiente apenas empató con Patronato ante un marco inmejorable en el Libertadores de América dejando pasar la oportunidad para volver a Primera División, aspirando a un partido desempate frente a Huracán el próximo miércoles. Paupérrimo nivel de los jugadores, malos los cambios, nerviosismo en cancha: salió todo para atrás.


Con un estadio colmado de almas rojas preparadas para gritar por la vuelta a Primera, Independiente salía al terreno de juego con un ensordecedor canto en apoyo al plantel, que en los primeros minutos de juego no podía encontrar los caminos de juego y apenas era un conjunto de nervios. Equivocaciones a la hora de dar los pases, malas decisiones para el traslado y el bajo nivel de la defensa (al igual que todo el campeonato), eran las postales de un primer tiempo equilibrado que no era atractivo porque Patronato no arriesgaba demasiado. Una jugada clara por cada lado para coronar la primera etapa, con Leonardo Acosta exigiendo a Diego Rodriguez a los 18', quien respondió acertadamente para defender la valla de Independiente, y un cabezazo de Sebastián Penco a los 44', para que Bértoli haga lo propio defendiendo su sector.

En el complemento, los jugadores ya sabían que Huracan ganaba en Casanova por lo que fueron "con todo" a buscar el gol de un hipotético triunfo que lo ponga de nuevo en Primera. Ese "con todo" era prácticamente suspirar con un ataque por la izquierda, con Federico Mancuello desequilibrando constantemente y generando las pocas chances de gol que el equipo de Omar De Felippe tuvo en todo el encuentro. Justamente, ir constantemente por su sector provocó que Mancuello termine agotado con una contractura que le impediría jugar en La Plata. Otro "tocado" es Daniel Montenegro, aunque el "Rolfi" sí llegaría al miercoles. Con un rendimiento paupérrimo, apostando a pelotazos y ataques desorganizados, Independiente fue a buscar los tres puntos que tranquilamente pudieron haber quedado en la nada, ya que al atacar constantemente con todos los jugadores, el equipo quedaba desvanecido atrás y tenian que arreglarsela para salir del apuro. Mala decisión de De Felippe a la hora de armar el banco dejando afuera a Fernandez para que ingrese Parra, toda una incógnita debido a su falta de ritmo. Otra falencia del DT, fue el ingreso de Cristian Ortiz, con debut en su ciclo como entrenador de Independiente. Sin actitud, quizá con nerviosismo y todo el peso de intentar lo que jugadores de la talla de Insúa o Montenegro no pudieron hacer en todo el partido. Lo "rescatable" del partido fueron los rendimientos de Rodriguez y Mancuello, el primero por mantener en cero su valla tras salvar varias chances claras de Patronato, y el segundo por apostar con actitud, fútbol y ganas por cumplir el objetivo que, lamentablemente parece esfumarse de a poco.

Hay una oportunidad más, hay que aprovecharla para terminar con esta penosa imagen que a nadie le gusta ver. Basta de especular, si queda un partido hay que jugarlo y no pensar que ya tenés un pie en primera. El miércoles se verá el descenlace de Independiente en el Nacional B.

Escrito por Bruno Gomez - @brunoegomez

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