A la fecha 9 del Apertura 2002, el último que se llevó Independiente, el Rojo tenía los mismos puntos y había hecho la misma campaña que en la actualidad. La diferencia, ahora, está en la falta de gol y en la solidez defensiva. El plus que antes le daba Silvera hoy lo aporta Gabbarini... Pero el cuentito cierra igual...Un dato es auspicioso e irrebatible. Tal vez, hasta cabulero para Américo Gallego. A la fecha 9 del Apertura 2002, el último torneo que se llevó Independiente, las cosas se asemejaban bastante... La punta, seis partidos ganados, dos empatados y uno perdido... El Rojo sumaba 20 puntos y le sacaba dos de ventaja a River y tres a Central y Boca. ¿Racing? Tenía 11 y se encontraba en el 11° lugar (es decir, mejor que ahora). Sin embargo, las diferencias se notaba en el área. En las dos áreas...
Aquel campeón, a esta altura del partido, tenía 27 goles a favor (13 en dos fines de semana consecutivos) y diez en contra. El Cuqui Silvera –de mejor promedio Olé a septiembre 02, con 7.39- ya había gritado nueve veces (contra los seis de ahora). Aunque había otro dato emparentado a la cantidad. En ese Independiente, diez jugadores (& Delgado, de Colón) lograron convertir promediando el certamen. En este actual Clausura, no hay mucho más excepto las seis pepas del comodorense: tres de Gandín, el gol de Piatti a Estudiantes y el de Tuzzio a Chacarita, todos ganadores. Es decir, todo se centra en cuatro jugadores, aunque los delanteros tienen clarísima predominancia en los 11 goles convertidos. La diferencia, sin dudas, sucede en el fondo. A falta de contundencia, buenos son los puntos por la prolijidad defensiva. Y por el factor suerte, para qué mentir...
La defensa modelo 2002, en nueve fechas, había recibido diez goles. Leo Díaz, actual arquero de Boca Unidos de Corrientes en la B Nacional con 37 años, apenas pudo mantener su valla invicta en el debut ante Lanús (luego repetiría contra Huracán, Estudiantes, Unión y San Lorenzo) y recibiría 18. Adrián Gabbarini, por su parte, sólo sufrió seis golpes repartidos en tres fechas. Es decir, se quedó seis partidos con el cero en su arco. Por algo lleva 362 minutos sin penas.
Y otro contraste parte de la localía. Esa recordada campaña fue los suficientemente pareja como para decir que lo del Rojo fue prolijo tanto dentro como fuera de Avellaneda. Ese equipo tenía un 76% de efectividad en Alsina y Cordero y un 74% fuera de la Doble Visera. Este muestra un pobretón 53% fuera del Libertadores de América y un envidiable 100% en Alsina y Bochini. ¿En tanto se parecen entonces el ayer y el hoy? Mirá la tabla, sumá los puntos, recordá la fecha 19 y reflexioná...
DIARIO OLE
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