Bueno, aquí estamos... El paso más difícil se dio el fin de semana pasado. Ganar de visitante en la cancha de San Lorenzo, y tener que ganar sí o sí para quedar a 6 puntos de los primeros, era un desafío de alto riesgo. Que fue superado. Y cómo... Independiente jugó un partido casi sin imperfecciones, que estuvo plenamente a la altura de las circunstancias.
Y así debe ser hoy, nuevamente.
Hay que aprovechar el hecho de jugar en nuestra cancha para que el rival sienta toda la presión del caso. Y si dije que el paso más difícil ya había sido dado, no fue para minimizar la importancia del Taladro, de ninguna manera, aunque sí creo que hay que ponerlo en su justo lugar. Que es un equipo sólido, que aprovecha sus oportunidades casi sin desperdicio, es cosa que no vamos a negar aquí. Pero atención: no vayamos tampoco a sobreestimarlo. Simplemente se trata de no regalar nada en defensa y de tener la habilidad para crear varias situaciones de gol. Vengo bastante bien últimamente con los pronósticos, así que me atrevo a tirar ésta: si les metemos un gol, se desarman, y si se desarman, hay que estar atentos y certeros...
Sinceramente, no les temo a los fantasmas ni a los cucos que se menean. Traducido: no le tengo miedo a Banfield. Me preocupa sólo que Independiente sepa encerrarlo sin descuidarse atrás y, por supuesto, concretar su dominio en la red. No hay que llegar a la mitad del segundo tiempo sin estar en ventaja, pues, ahí sí, se haría todo realmente muy cuesta arriba. Hay que ponerlos a ellos en situación de ir a buscar el resultado para liquidar el asunto de contra. Creo que ahí está la clave pero, para eso, hay que pegar de entrada, y fuerte...
Ah, si me preguntan, digo: si se da, si se puede, si hay una favorable conjunción de astros, me encantaría devolverles el 0-5. La revancha es un plato que se come frío, dicen, así que no sé si ésta será la ocasión, si habrá que esperar largo tiempo aún. Pero vaya si me gustaría.
Para, de paso, darle una pequeña gran lección al Emperador del Resultadismo. Vaya si lo sufrí, años atrás. Al fin y al cabo, sería grandioso poder, justo hoy, dar una clase de fútbol bien jugado. Y llegar al resultado de la mano del estilo que nunca debió abundarnos.
Vamos, Rojo. Terminemos de despertar. Volvamos a hacer historia grande, como se debe, como nos lo debemos...
Y hoy más que nunca.
PD: perdí el juicio... 4 a 1 Independiente.
JMS
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