El Rojo aprovechó las falencias defensivas de su rival, se impuso con goles de Gandín, Martín Gómez y Núñez, y en la próxima fecha intentará bajar a Banfield, uno de los líderes. El Ciclón terminó con diez por la expulsión de Alejandro Gómez.
Ni San Lorenzo ni Independiente podían dejar puntos en el camino. Ambos equipos, que llegaban a la 14º fecha del Apertura con 23 unidades, tenían la obligación de ganar para no quedar demasiado relegados en la lucha por el título. Ni siquiera les servía el empate. Finalmente, el que logró su objetivo fue el Rojo, que no sólo se quedó con la victoria sino que lo hizo luciéndose en los minutos finales, con un 3-0 que lo ilusiona de cara a la próxima fecha, en la que intentará bajar a Banfield, uno de los líderes del campeonato.
Ambos equipos saltaron a la cancha con el arco de enfrente entre ceja y ceja. Primero amenazó Independiente, sobre todo con centros cruzados: Silvera tuvo uno y Gandín, otro. Ambos se fueron cerca. Luego, Mancuello sorprendió en dos oportunidades, al aparecer solo por el segundo palo. En la primera se durmió y no pudo definir; en la segunda, entre Migliore y el palo impidieron el festejo del visitante.
Entonces llegó la respuesta del Ciclón, que se mostró con más vértigo que su rival pero, al mismo tiempo, con menos precisión. Gabbarini respondió rápido y atoró a Reynoso en una definición. Además, el arquero se quedó con un cabezazo de Menseguez. Y en el ida y vuelta el que pudo golpear fue Independiente: Mancuello desbordó por su banda, mandó un centro rasante y Gandín, con la cara externa de su pie derecho, dejó sin chances a Migliore.
Simeone, fiel a su estilo, no tardó en hacer los cambios. Apenas empezado el complemento hizo ingresar a Bazán y Rovira por Reynoso y Bordagaray. Además, adelantó unos metros al Kily González. El Cholo volvió a jugársela, pero esta vez no le salió bien, porque el Rojo se defendió con la pelota en los pies y aguantó la arremetida de San Lorenzo para golpear en los momentos justos.
Cuando iba media hora de juego, Martín Gómez, recién ingresado, quedó mano a mano con Migliore y no perdonó. Inmediatamente llegó el 3-0: tras un grosero error en la salida de San Lorenzo, Mareque recuperó el balón y lo abrió para Silvera, quien se la dejó servida a Núñez abajo del arco. Fueron tres minutos fatales para las aspiraciones del Ciclón y tres minutos de locura para la gente del Rojo, que empezó a corear el “oooole” cada vez que sus jugadores mostraban la pelota al rival.
Para colmo, San Lorenzo sufrió la expulsión de Alejandro Gómez, quien se zambulló en el área intentando engañar a Collado. ¿Era para roja? ¿El jugador lo insultó desde el piso? La cuestión es que la hinchada local estalló y comenzó a insultar duramente al jugador. Incluso volaron algunos escupitajos. La paciencia se había acabado para los azulgranas. En la otra tribuna, en cambio, el delirio se había desatado. (TyC Sports)
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