domingo, 22 de febrero de 2009

PALABRA SANTA 1


La estrepitosa caída en Tucumán hizo que hasta se dudara de su continuidad. Había vuelto agotado del Norte, hasta se pensó que no seguiría. Pero sí. Y sabía también Miguel Angel Santoro que el clásico sería bisagra para su continuidad. Pepé habló con sus jugadores y, desde su interior, sacó la chapa de triunfador en su historia en el club: cuatro títulos locales y ocho internacionales con el Rojo le daban el aval necesario para enrostrar su currículum victorioso. "Va a ser un buen día para Independiente", había dicho. Y ayer, después de conseguir su primer duelo de Avellaneda como DT, avaló sus dichos: "Eso lo dije porque me tengo fe, soy un ganador... La verdad, estoy muy contento, como todo los hinchas".Pero así como las derrotas son de los técnicos, Pepé dejó en claro que los triunfos son del equipo y que el ánimo victorioso también se lo contagiaron sus muchachos: "A veces sentís que los jugadores que tenés al lado te transmiten confianza y seguridad. Esas cosas te hacen decir lo que dije".La sala de conferencias rompió en aplausos cuando ingresó Pepé. Pero él, que vivió serio el partido, que recién festejó son sus ayudantes con el 2-0 final, aclaró: "Esto se lo tienen que dar a los jugadores. Ellos son los que ganaron el partido".Además, Santoro se dio lugar para analizar el triunfo: "Tuvimos la fortuna de hacer un gol de pelota parada y después nos guardamos bien atrás para contragolpear. El segundo tiempo salimos a buscar el partido y nos salió bien. Creo que tuvimos la suerte de ganar", explicó. Y sobre la inclusión de Pusineri, remarcó: "Trabajó muy bien y me da mucha alegría que haya sido uno de los pilares del equipo. Pensé que el clásico rival era un partido clave y él era fundamental por su experiencia".Ahora empezará la semana de otra manera y Pepé quiere utilizar el triunfo como inflador anímico: "Es fundamental".

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