
Todos saben bien que una caída en el clásico ante Racing le pondrá punto final al trabajo de Miguel Angel Santoro como entrenador. Lo sabe Pepé, lo sabe Julio Comparada pero ambos juegan al distraído y esperan que un buen resultado mantenga este barco a flote. De todos modos está claro que el presidente no le va a pedir la renuncia de manera oficial, tal como no lo hizo con ninguno de los restantes entrenadores que contrató, pero sí, con una derrota sobre sus hombros, Pepé no tendrá más remedio que dejar el cargo. Por lo pronto resiste: "por mi cabeza no pasa renunciar".Hace años que esta historia se repite en Independiente. Es un clásico. Cuando un entrenador tambalea aparecen las señales de apoyo, las apariciones televisivas, las pantallas... La antesala del clásico de Avellaneda repite la fórmula y por más que juren y perjuren que Pepé no se va, si el Rojo pierde habrá que buscar nuevo técnico. Pepé por ahora mantiene la guardia alta, pensando que los jugadores responderán dentro del campo y que un triunfo alejará el temporal. Así fue que señaló "si pierdo seguimos trabajando para revertir la situación. Conversando con el presidente quedó claro que yo quiero lo mejor para Independiente y si Julio me dice que lo mejor es que de un paso al costado, lo voy a aceptar. Por mi cabeza no pasa nada, estoy entero, con la moral alta y con mucha ansiedad".En tanto que el propio Julio Comparada ajustó su discurso en la misma frecuencia a tal punto que deslizó "hablamos un poco de la situación, de cómo veía todo. Fuimos a comer y lo noté seguro, con muy buen ánimo, tranquilidad y la verdad que estoy confiado. No se me cruza por la cabeza perder y me parece injustísimo que lo pongamos en tela de juicio por dos partidos. Nosotros apostamos a Santoro, estamos convencidos que debe ser el conductor por lo menos hasta el treinta de junio y confiamos en que tenga un ciclo exitoso. El nos va a acompañar como técnico o no hasta el fin de nuestro mandato. El se va a quedar a cargo del Consejo de Fútbol más allá que esté de técnico o no. El solo va a determinar el momento en que crea que es un estorbo para el club". A buen entendedor pocas palabras y al leer entre líneas el mensaje está claro. Comparada no lo va a echar, pero...
"LOS MUCHACHOS SUFREN"
Tras la práctica de ayer en Villa Domínico el frente de tormenta matizó las cosas, la lluvia jugó su papel y parece que a Pepé le pintó el recuerdo y le afloró el lado sensible. Con un discurso calmo el entrenador agregó "hay veces que el exterior perjudica un poquito la mentalidad. Pero hay que dar vuelta la hoja, mentalizarse y ponerse las pilas para tener una revancha pronto. Yo de Racing no puedo decir nada, pero en Independiente veo a los muchachos que sufren mucho porque son los primeros que quieren revertir la situación y sacar adelante la situación".Pero Santoro no se quedó ahí sino que reconoció "esta semana tratamos de sacarles presión, de hablarles porque necesitan apoyo. Dentro de esa charla yo les conté que cuando fuimos campeones en el año 1973, que jugamos con la Juventus, los colegas de ustedes en ese tiempo no daban nada por nosotros. Jugamos el partido un jueves, tuvimos la fortuna de ganar y cuando llegamos el sábado nos concentramos y al otro día jugamos con Racing. La suerte cambió y empezó una etapa de triunfos y fuimos campeones. Las rachas, los estados de ánimo cambian y a veces un resultado es el punto de partida".La necesidad de un triunfo está vigente, un empate por ahí no es mal resultado y Pepé aclaró "hay que sacar un buen resultado. Nosotros vamos a salir a ganar porque un clásico hay que tratar de ganarlo sea como sea, de cualquier manera. Por amor propio, por dignidad, por temperamento, por juego". Ahora es el turno de los jugadores.
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