CLAUDIO ARZENO

Lejos de las luces y de los escándalos, el Polaco Arzeno habla de su nueva vida en España junto a su mujer Paula, que es médica, y sus tres hijos. "Hace dos años que formo parte del cuerpo técnico de las Inferiores del Atlético de Madrid".

En Majadahonda, sentado en el comedor de su casa en Cerro del Espino, Claudio Arzeno describe paso a paso los últimos años de su vida con la satisfacción de quien sabe que encontró su lugar en el mundo. A los 38 años, un Polaco más reflexivo, entusiasta y familiero, cuenta que está en España desde hace ocho años y que ni bien se retiró, su amigo el Mencho Mena intercedió para que pudiera sumarse a las Divisiones Inferiores del Atlético Madrid, en donde trabaja desde hace dos años. "Vivía en Las Palmas y Mena me puso en contacto con el director deportivo Amorrortu. Por medio de él llegué al Atlético de Madrid y formo parte del cuerpo técnico del equipo C. Hice el curso de entrenador nacional, y puedo dirigir en cualquier parte del mundo", afirma.

Hay otro Arzeno...

Me hizo bien irme a Europa. Me ayudó a madurar... No sólo crecí como futbolista sino que además logré estabilidad emocional: formé una familia y estoy más equilibrado.

¿Visitás seguido la Argentina o cortaste el cordón?

Hace un año que no voy. Pero extraño la Argentina, aunque acá estoy bien, personal y profesionalmente.

La mayoría no sabe que estás radicado en España y trabajando en el Atlético de Madrid...

Sí, lo sé, pero desde hace dos años trabajo en el Aleti y aquí estoy aprendiendo mucho. Me sucedió que me he cruzado con muchos argentinos que cuando me veían, me saludaban y me preguntaban qué estaba haciendo. Pero con el tiempo me fui acostumbrando a pasar inadvertido. Cuando me reconocen me sorprendo yo también...

Pero seguís vinculado al fútbol...

Síii. Tengo la suerte de trabajar en un club grande y de encontrarme con gente que ha jugado conmigo, como Leo Franco, Pernía... Con el Mono Burgos estamos en el mismo cuerpo técnico que encabeza Alejandro Sánchez. El Mono es un gran profesional y quiere ser entrenador. Mientras él se ocupa más de las pelotas paradas en defensa, yo estoy más en las jugadas de balón parado ofensivo. Estoy tomando experiencia para cuando me toque ser el DT de un equipo de Primera.

¿Seguís en contacto con gente del fútbol argentino?

No hablo con casi nadie, en realidad no soy de andar llamando. Pero por ejemplo, todos los días, lo primero que hago al levantarme es ver las noticias del fútbol de mi país en Internet. Sigo lo que pasa en Independiente, sé que estuvieron con custodia policial... Hace poco hablé con Pepé Santoro, que fue entrenador mío en el Rojo y charlamos bastante. Me sorprende que recién se hayan jugado tres fechas y ya se hable de crisis. Le vino muy bien haberle ganado a Racing. Ah, otro con el que hablamos mucho de Independiente es con el Kun Agüero, claro...

¿Te lo cruzaste al abuelo Maradona?

Sí, una vez nos estábamos entrenando en el Cadete y vemos que toda la gente se empieza a dar vuelta. ¡Era Diego que había venido a vernos! Se acercó a saludar, le presenté a todo el cuerpo técnico y uno de los pibes no se lavó las manos durante una semana porque lo había tocado, ja. Fue una alegría verlo después de tantos años.

¿Qué estilo van a tener tus equipos?

Estoy tomando experiencia para dirigir en Primera. El entrenador que más me marcó fue Menotti, tanto en lo futbolístico como en lo personal, y es el referente que tengo. Cuando vino Menotti todos me decían: "¡Cómo se te va a complicar para jugar!". Pero el Flaco me llamó aparte y me dijo: "Si conmigo jugó el Pipa Higuaín, usted va a tener su chance". Yo quiero seguir esa línea.

¿Te gustaría algún día ser el entrenador de Independiente?

Para mí es un sueño. Yo tengo la suerte de ser hincha y de haber vestido la camiseta del Rojo. Hablar de Independiente es como recordar mi casa. Y si bien no pude terminar mi carrera allí, ojalá algún día pueda volver a Avellaneda como entrenador del Diablo.