El jueves 26 de Agosto, cuando Independiente debutaba por la Copa Sudamericana, Eduardo Espada presentaba su renuncia como Revisor de Cuentas del Club. A pocos días de darse a conocer el Balance, el ex dirigente rojo, dialogó con "La Visera" y dijo sentir una "profunda tristeza y dolor" por la decisión tomada.
Espada comentó que: "los datos del balance no los tengo. Hablé con el auditor externo y me dijo que todavía no tenía nada cerrado, que seguramente no iba a ser un pasivo cómodo". Además agregó que: "no me sentí escuchado. La construcción del estadio no se hizo en un buen momento y en el 2006 yo se lo dije a Comparada que no quería acompañarlo en una situación que lo pudiera desestabilizar".
Con respecto al peligro de quiebra, el ex revisor de cuentas, manifestó que: "el club no corre ningún riesgo de esa magnitud. Algún acreedor puede tener el derecho de pedir la quiebra pero Independiente está por encima de eso. No hay posibilidades ciertas ni cercanas que eso suceda".
Con la amabilidad que lo caracteriza, Eduardo paró a un costado de la ruta camino a Tandil para atendernos y nos confesó que: "no renuncié por miedo a quedar pegado o a no querer firmar el balance. Sino hubiera estado de acuerdo hubiese presentado un informe contrario, pero por miedo no fue. Lo hice por una situación personal no buscada, sentí que estaba calentando la silla en la comisión".
Para finalizar manifestó que: "no hago ni una defensa ni un descargo, explico las cosas desde donde puedo. En ésta semana se sabrá a que está atado el pasivo, cuanto corresponde a deudas comerciales y cuanto por el estadio. La situación en el club no es feliz. Hay 35.000.000 de dólares activados en el estadio. La deuda, sin dudas, es la deuda del estadio".
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