jueves, 15 de enero de 2009

PUMA HONRA A INDEPENDIENTE


La marca deportiva Puma quiere honrar la historia de Independiente durante la primera jornada del Clausura 2009, que el Rojo disputará frente a Vélez el 8 de febrero. La idea es que los aficionados escojan 11 hechos conmemorativos del club, de tal forma que cada una de las camisetas que se enfunden los titulares ese día en el césped lleve impresa una de las 11 insignias elaboradas para la ocasión. Lógicamente, la compañía ya ha hecho una selección previa de 30 grades momentos que está disponible en la página web http://www.ponetelaroja.com/.
La ocurrencia de Puma me ha animado a hacer mi propio homenaje al gran equipo de Independiente de 1984, que sin ninguna duda es uno de los mejores conjuntos de la historia del fútbol argentino junto al San Lorenzo de Almagro de 1968 (Los Matadores de Boedo), al Huracán de 1973, al River Plate de 1975 y un poco más reciente, y también con un merecido post en DdF, el Vélez Sarsfield de Carlos Bianchi, campeón del Clausura y subcampeón del Apertura de 1993, campeón de la Copa Libertadores en 1994 y de la Copa Intercontinental ante el todopoderoso Milán.
El Independiente de 1984 fue un equipo campeón. No fue algo casual. El Rojo ya era subcampeón de los torneos Metropolitano de 1982 y Nacional de 1983 cuando salió campeón del Metropolitano ese mismo año. Lo fue tras vencer a Racing, su eterno rival, por 2 a 0. El triunfo se festejó con una vuelta olímpica frente al vecino de Avellaneda, que aquella temporada bajaría a la B. En 1984 se confirmaría la tendencia ganadora ya que obtuvo su séptima Copa Libertadores, lo que le convierte en estos momentos en el club con más trofeos de campeón de América.
Gran parte de la historia del Rojo se explica a través de los pies de Ricardo Enrique Bochini, una verdadera institución en el fútbol argentino y un ídolo para la parroquia de Independiente. Bochini formó parte de aquel equipo del 84, en un medio del campo irrepetible junto a Ricardo Giusti, Jorge Luis Burruchaga y Claudio Marangoni, el único de los cuatro 'magníficos' que curiosamente no fue campeón del Mundo en México'86. Aquel once lo completaba Carlos Mario Goyén en la puerta, Néstor Rolando Clausen en el lateral derecho, Hugo Eduardo Villaverde y Enzo Héctor Trossero como centrales, Carlos Alberto Enrique en banda izquierda, y José Alberto Percudani y Alejandro Esteban Barberón arriba. Todos ellos estaban bajo la batuta técnica de José Omar Pastoriza.
Bochini, más conocido como 'El Bocha', desarrolló toda su carrera profesional en Independiente, lo que le convierte en una rara avis. Debutó en 1972 y se retiró en 1991. Casi 20 años dedicados al club de sus amores. Él fue el autor del gol ante la Juventus de Turín en el Estado Olímpico de Roma que le dio la primera Copa Intercontinental al Rojo en 1973. En aquel equipo hizo un tándem excepcional con Ricardo Daniel Bertoni. Hasta allí llegó tras proclamarse campeón de la Libertadores, al igual que haría posteriormente en 1974, 1975 y 1984. Por eso más de una vez Diego Armando Maradona ha dicho que era su ídolo de niño.
El vestuario del 84 vivió su momento más importante en Tokio (Japón), en una final histórica de la Copa Intercontinental -la última que ha disputado- frente a uno de los referentes del fútbol europeo, el Liverpool. Aquel 9 de diciembre de 1984, los chicos de Pastoriza llevaron al Rojo a uno de los instantes más bellos de su historia. El encuentro finalizó con el resultado de 1 a 0 a favor de los sudamericanos con un gol en velocidad de Percudani. La victoria llevó a Independiente a alzarse con su segundo trofeo de campeón mundial de clubes.
Enfrente no hubo niños de teta. La alineación de los ingleses aquel día de invierno pone los pelos de punta: Bruce Grobbelaar, Phil Neal, Steve Nicol, R. Kennedy, Alan Hansen, Gary Gillespie, Kenny Dalglish, Jan Molby, Ian Rush, Craig Johnston y John Wark. Con Joe Fagan como entrenador. El Liverpool intentó con insistencia el empate tras el gol de Percudani, pero éste no llegó nunca gracias a la buena defensa y las gran actuación de Goyén.
El enfrentamiento entre argentinos e ingleses se convirtió en algo más que un partido de fútbol. De hecho, fue la primera competición con una disputa angloargentina tras la Guerra de las Malvinas, que escamaba y mucho al pueblo albiceleste. Ésa fue la razón por la que a aquel Independiente del 84 aún se le recuerda como uno de los pocos conjuntos argentinos que consiguió aunar a toda la hinchada bajo una misma bandera, en este caso la del Rojo.

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