
La derrota ante Colón fue el cachetazo que trajo a Ramón Díaz a la dura realidad. La sonrisa que lo acompañó en el ingreso al campo de juego mutó en cara de preocupación y ceño fruncido. Post caída, el riojano tuvo tiempo para analizar, para ver, con certeza, con lo que cuenta de cara a lo que se viene: una seguidilla de partidos sin respiro entre Copa Sudamericana y torneo local. La magra impresión del primer tiempo y la leve mejora que notó en el segundo no lo dejó nada conforme y es un hecho que piensa meter mano a fondo en el equipo. Seguramente, muchas cosas van a cambiar. De hecho, así lo anticipó en el mediodía de ayer en su twitter.
El tiempo no está del lado del Pelado. Llegó un martes para jugar un viernes y ahora tendrá a Atlético Rafaela el próximo miércoles. Después, de inmediato, jugará contra Vélez por la liga local y luego con el vencedor de Liga Deportiva Universitaria de Quito (en la ida ganó 4-1) y Trujillanos por la Sudamericana. El reloj lo corre como también la ansiedad por buenos resultados.
En la práctica de ayer, el DT empezó a diagramar sus próximos pasos. La ausencia de gol es algo que lo preocupa desde su llegada: “Los delanteros no hacen goles, pero conmigo van a hacer”, prometió el día de su presentación. Sin embargo, ante los sabaleros, más de lo mismo: Facundo Parra y Marco Pérez estuvieron, una vez más, peleados con el arco. Quien generó mayor “peligro” ante Colón fue Pellerano; pateó al arco en seis oportunidades, mientras que Facu lo hizo una sola vez y el colombiano, dos. La ausencia de un armador de juego es otro tema que lo tiene preocupado y en el entrenamiento de hoy comenzará con las pruebas. Es cierto que ante la ausencia de Pato Rodríguez, Hernán Fredes y Lucas Villafáñez, todos recuperándose de sus lesiones, poco tiene para elegir. Pero no es excusa válida. Esto recién empieza y el Pelado promete meter mano.
"OLÉ"
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