Silvera está tranquilo, sus compañeros lo elogian y en las prácticas se luce. Pero Cuqui no puede hacer todo y, cuando no lo asisten bien, los arqueros lo agradecen.
Hace un año, cuando se producía su regreso a Independiente, la dilatación de las negociaciones le jugó en contra en su preparación y arrancó el Apertura sin haber hecho la pretemporada en plenitud. A principios de este 2010, una contractura puso en alerta a Américo Rubén Gallego, entre algodones al goleador y otra vez se vio interrumpida su puesta a punto. Y ahora, sólo una sobrecarga muscular le hizo perder un turno de trabajo, no más. Y, entonces, cuando a Andrés Silvera se lo ve moverse, se lo nota afilado, activo, concentrado y, sobre todo, con una tranquilidad inmutable que, en el campo de juego, padecen Hilario Navarro, Assmann y Diego Rodríguez en cada práctica de fútbol, donde la mete de a dobletes. Claro que, ante Defensa y Justicia, al Cuqui lo dejaron en soledad. Al circuito creador le faltó luces y el punta, sin asistencia, antes de estar solo y a la espera optó por bajar para hacerse de la pelota. Conclusión: cero goles.
“Con este sistema, con Cuqui como único referente, tanto yo como los volantes (Cabrera y Mancuello, por caso) tenemos la obligación de llegar más y así acompañar a Silvera”, admite Leandro Gracián y termina su speach con un mimo, algo nada raro entre sus compañeros (todos los elogian): “Se está preparando como en sus mejores épocas”.
Silvera es el único referente de área que tiene Independiente en su plantel. Y la pregunta que surge es: si por algún motivo Cuqui debe salir, ¿cambia el esquema? Responde Daniel Garnero con contundencia: “En el 94 no teníamos un jugador de área y hoy pareciera que si no tenés un 9 no se puede jugar”. Por caso, ese Independiente de Brindisi, que ganó el Clausura, atacaba con Rambert, Usuriaga, Gustavo López y el propio Dany. Y sigue explicando el DT: “Para mí, hay que adaptarse a las características de los jugadores que hay. Cuqui es un jugador fundamental para este equipo, no sólo por lo que genera con la pelota, sino por los movimientos que hace cuando no la tiene. Entiende muchísimo el juego y, bueno, de no tenerlo a él, vamos a tener que buscar otra alternativa”. Es que después tiene todos mediapuntas: Leo Núñez, Pacheco, Patricio Rodríguez...
Pero a Garnero no le saca el sueño eso: “Me da tranquilidad que él esté bien, que se sienta cada vez mejor”. Y se le nota. Las redes de Domínico dan fe de eso. Hay que ver qué pasa cuando jueguen por los porotos. Por lo pronto, hoy está solo y espera...
OLE
Hace un año, cuando se producía su regreso a Independiente, la dilatación de las negociaciones le jugó en contra en su preparación y arrancó el Apertura sin haber hecho la pretemporada en plenitud. A principios de este 2010, una contractura puso en alerta a Américo Rubén Gallego, entre algodones al goleador y otra vez se vio interrumpida su puesta a punto. Y ahora, sólo una sobrecarga muscular le hizo perder un turno de trabajo, no más. Y, entonces, cuando a Andrés Silvera se lo ve moverse, se lo nota afilado, activo, concentrado y, sobre todo, con una tranquilidad inmutable que, en el campo de juego, padecen Hilario Navarro, Assmann y Diego Rodríguez en cada práctica de fútbol, donde la mete de a dobletes. Claro que, ante Defensa y Justicia, al Cuqui lo dejaron en soledad. Al circuito creador le faltó luces y el punta, sin asistencia, antes de estar solo y a la espera optó por bajar para hacerse de la pelota. Conclusión: cero goles.
“Con este sistema, con Cuqui como único referente, tanto yo como los volantes (Cabrera y Mancuello, por caso) tenemos la obligación de llegar más y así acompañar a Silvera”, admite Leandro Gracián y termina su speach con un mimo, algo nada raro entre sus compañeros (todos los elogian): “Se está preparando como en sus mejores épocas”.
Silvera es el único referente de área que tiene Independiente en su plantel. Y la pregunta que surge es: si por algún motivo Cuqui debe salir, ¿cambia el esquema? Responde Daniel Garnero con contundencia: “En el 94 no teníamos un jugador de área y hoy pareciera que si no tenés un 9 no se puede jugar”. Por caso, ese Independiente de Brindisi, que ganó el Clausura, atacaba con Rambert, Usuriaga, Gustavo López y el propio Dany. Y sigue explicando el DT: “Para mí, hay que adaptarse a las características de los jugadores que hay. Cuqui es un jugador fundamental para este equipo, no sólo por lo que genera con la pelota, sino por los movimientos que hace cuando no la tiene. Entiende muchísimo el juego y, bueno, de no tenerlo a él, vamos a tener que buscar otra alternativa”. Es que después tiene todos mediapuntas: Leo Núñez, Pacheco, Patricio Rodríguez...
Pero a Garnero no le saca el sueño eso: “Me da tranquilidad que él esté bien, que se sienta cada vez mejor”. Y se le nota. Las redes de Domínico dan fe de eso. Hay que ver qué pasa cuando jueguen por los porotos. Por lo pronto, hoy está solo y espera...
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