Es lógico: el que no juega, está enojado. Y se nota en Darío Gandín. El delantero desechó ofertas para buscar revancha en Independiente, en el verano le metió dos goles en el 4-0 a Racing y arrancó el Clausura como titular. Duró 60 minutos... A la fecha siguiente entró desde el banco, a la otra no concentró y en la última jugó en la Reserva. "Un jugador necesita de dos o tres partidos y que de ahí se saquen conclusiones. Pero hablando con algunos compañeros que son titulares, ellos tampoco tienen la confianza de jugar. Porque sienten que si andan mal un partido, al otro van a salir", disparó el Chipi en Un Buen Momento (La Red). Y reveló que esa confianza se pierde en la semana: "Es verdad que los responsables y los que no rendimos somos nosotros, pero veo confusiones. En la práctica de fútbol se prueba un equipo, y en el táctico otro. Reinoso y Cáceres nos hablan. Pero con Santoro es poca la comunicación que tenemos". Y agregó: "Yo me voy a poner contento si ganamos todos los partidos y yo no juego. Pero uno siempre piensa que si cambia el técnico, podría estar".
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