La falta de ese muro, le permitía a los vecinos linderos ingresar al predio, muchas veces utilizar las instalaciones, jugando partidos de fútbol por las noches y hasta robando los instrumentos que los jugadores del plantel profesional usan para entrenar. El mismo De Felippe, contó que en una oportunidad vieron correr a un individuo con dos pelotas de las que él había preparado para una actividad.
Lo cierto es que ese muro ya está reparado luego de
un año de espera y entre tanta pálida se puede volver a trabajar con
tranquilidad.
Bruno Gomez - @brunoegomez
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